Calia nace de la pasión entre la joyería y la botánica. Las flores están en mis genes, en mi día a día, en mi corazón y hasta en mi nombre. Mi papá dedicó su vida a producir las flores más lindas del país y mi mamá era amante de sus plantas y su jardín.
Las joyas también siempre fueron parte de mi vida. En mis más lindos recuerdos tengo presente cómo mi papá volvía de sus viajes con una linda joya para mí y mi mamá, y cómo cada vez que su mujer dio a luz a sus hijos le agradeció con alguna pieza única para que quedara en sus corazón.
Las tardes que me pasaba con mi mamá revisando sus alhajeros donde me contaba la historia de cada una y cómo ella amaba regalar collares con piedras a sus seres tan queridos.
Hace unos años, las vueltas de la vida me cruzaron con un collar de orquídeas, la especialidad de mi familia, que me despertó un deseo muy fuerte de poder conectar mi amor por la naturaleza con mi amor por la joyeria. Y así nace Calia, como fusión entre la flor preferida de mi mamá y la de mi papá, para compartir a través de mis manos la pasión por la joyería y la naturaleza con quienes lo disfruten tanto como yo.